El Jamón Ibérico y su etiquetado, es un tema que tratamos en el Blog de Excelencia de Monesterio como ampliación de artículos anteriores, para tener más información garantizando al consumidor que el producto que está adquiriendo tiene las características adscritas a su calidad, según están reflejadas en la actual Norma en vigor que se aprobó por Real Decreto en enero de 2014. Características definidas según la raza, el manejo y la alimentación del Cerdo Ibérico.
Además, como cualquier producto alimentario, el Jamón Ibérico, que independientemente posee una Norma concreta que regula la elaboración, presentación y distribución del mismo, también presenta un etiquetado que cumple con la normativa vigente, en relación a los productos alimenticios en general.
El 13 de diciembre de 2014 entró en aplicación el Reglamento (UE) Nº 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, donde se refleja la necesidad de que todo producto alimenticio debe presentar un etiquetado con los siguientes datos: Denominación del producto, ingredientes, alérgenos (si los contiene), cantidad neta, fecha de caducidad o de consumo preferente, conservación y utilización (en caso de condiciones especiales), empresa, país de origen (obligatorio solo en algunas circunstancias), lote, registro sanitario e información nutricional.
En el Jamón Ibérico, el etiquetado, además de cumplir con la normativa anteriormente mencionada, también cumple con los requisitos del Real Decreto 04/2014, por el que se aprueba la norma de calidad para el jamón, la paleta y la caña de lomo ibérico.
Para todas las presentaciones de venta (piezas enteras, loncheados y deshuesado), la denominación de producto debe presentarse obligatoriamente de la siguiente manera: nombre del producto (jamón ibérico, paleta ibérica, lomo ibérico), alimentación y manejo (bellota, cebo de campo o cebo) y porcentaje racial (100% ibérico o bien 75% o 50% raza ibérica), y solo pueden figurar así en aquellos productos que cumplan esta Norma, por lo que, ningún producto que no cumpla con la mencionada Norma, puede reflejar la denominación con términos “Ibérico”, “Bellota”, “pata negra”, “dehesa” o “montanera”.
En el etiquetado, la denominación del producto, debe figurar en lugar destacado en el mismo campo visual que la marca comercial, además de la expresión “Certificado por”, seguido del nombre de la entidad independiente que certifica la norma. Y para completar la información al consumidor, el etiquetado establecido por esta norma es diferenciado por los colores atribuidos a cada categoría de producto (negro, rojo, verde y blanco), evitando así la alusión o evocación a términos que generen equívocos a la hora de elegir.
Y así, para garantizar que el consumidor adquiere un producto de calidad, lo completamos con esta información sobre el Jamón Ibérico y su etiquetado.
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